Buenos Días,
Cuando estudiaba Medicina china en los años 90 me hablaron de 5 emociones. Se parecía bastante, aunque no gustaba la comparación, a los 4 humores de Hipócrates y Galeno. No creas, que en ciencia hasta hace poco existía una teoría de las emociones básicas que decía que éstas eran universales y que teníamos 4, 5, 7 básicas (según autores). Para algunos sigue viva aunque en realidad no sirve de mucho. Afortunadamente la vida emocional es más rica y compleja. Pero como sigamos con estas tendencias de las pelis de Hollywood vamos a acabar bobos emocionales. La simplificación emocional es peligrosa.
La vergüenza no es evidentemente una emoción básica.
No es el miedo ni se puede reducir al mismo. Es una emoción complicada. Conozco personas que por vergüenza son capaces de no dar un paso adelante jamás, bajo ninguna circunstancia. A veces se les puede ayudar muy poco, porque en general crecer suele implicar algún tipo de atrevimiento, ensayo o intento. De las personas más tercas que conozco, suelen ser las vergonzosas. Cambiar algo, probar algo, dar un paso es casi un imposible. Pedir ayuda lo mismo. Ponerse en manos de alguien ya impensable. Es una emoción que aisla y se paga muy cara…
Pero…
El caso es que la vergüenza en culturas colectivistas no es igual que en culturas individualistas. Sobra decir aquí que no son mejores unas que otras, sino que ambas tienen sus pros y contras. Por ejemplo en el idioma chino hay más de 200 palabras relacionadas con la vergüenza. En general en esas culturas colectivistas la vergüenza es una emoción POSITIVA. Solo con este dato ya vemos que no la podemos traducir «literalmente» ni interpretar un texto a la ligera. De hecho el término japonés «Haji» se traduce por shame al inglés y por vergüenza al castellano pero en realidad no es lo mismo.
Acá, en cultura individualista, la vergüenza es una emoción NEGATIVA, en el sentido de que hay que evitarla a toda costa (Nota: en realidad las emociones son aprendizajes, no negativas o positivas). Ver a uno de los CEO´s de Toyota pedir disculpas por errores en un congreso en NYC es una muestra de «Haji». Acá sería impensable. De hecho en muchas ocasiones, ante un error, ante una ofensa, ante tomarse las cosas personalmente, la persona en vez de avergonzarse saca pecho o te coge manía. Es tan negativa acá que huimos de sentirla.
El caso es que en 2004 un elegante estudio (Bennet et al. 2015) mostraba que aquellas personas que siendo homosexuales se avergonzaban de su condición tenían una tasa de linfocitos CD4 MENORES que aquellos homosexuales que NO se avergonzaban de su condición. Brutal… Los CD4 son los linfocitos reguladores, que precisamente van perdiendo su función en una infección de VIH y acaban provocando el SIDA. Hoy nos parecería inaudito, pero en 2004, en USA, en el boom del SIDA, la vergüenza, en esa cultura concreta, fíjate hasta dónde llegaba. Fue una época en la que, por ejemplo, la autora new age Louise Hay (la de las visualizaciones positivas y usted puede sanar su vida) insultaba a los que habían contraído el VIH demonizándoles y diciéndoles que se tenían que perdonar así mismos de su «culpa sexual». No hace tanto…
Con el mismo ejemplo podemos ver que en realidad la vergüenza, como el resto de emociones, no está separada de la razón. Aquellos homosexuales avergonzados tenían una estructura mental y de personalidad asociada a esa emoción que no respondía a un estímulo sino a algo forjado en el tiempo. Louise Hay les ayudaba jeje a sentirse más culpables aún.
Como ves esto no está en la rueda de los 5 elementos de la medicina china, tampoco está en Galeno, no es vinculable al miedo ni reducible, tiene su propia fisiología, encima cambia entre culturas y no es una reacción a un estímulo. Centenares de detalles y ejemplos sobre emociones, útiles y prácticos de la vergüenza lo recorremos en la Comunidad. No sigo un modelo obsoleto de las emociones ni las separo de la razón. Tampoco las pongo en el centro de la existencia ni defiendo que la inteligencia emocional es central en la vida para el desempeño laboral y académico. No lo defiendo porque la evidencia dice lo contrario. Como puedes ver hay que hilar fino en las emociones.
Bueno en todo, pero hoy tocaba hilar fino sobre la vergüenza.
De hecho le hemos dedicado un seminario especial.
Es lo que hacemos en la Comunidad.
Si te da vergüenza no entres.
Pero si quieres crecer y conocer a gente tan rara como tú, de esos que sufren y sienten como humanos es un buen lugar.
Comunidad.
Abrazos,