El otro día te comentaba que la autoestima no tiene una fácil traducción ni comprensión en culturas más colectivistas y que para nosotros Amae, era un término de difícil encaje.
Este miércoles 1 de marzo tenemos seminario en la Comunidad, lo que quiere decir que se revisa un concepto, en el cual podemos estar invirtiendo energía y tiempo, se expone cómo es, cuándo se construye y qué implica.
Acá no hago copy paste que es lo típico. Es como lo de los «principios de Cialdini de la influencia», que se repiten como loros sin preguntarse cuándo funcionan y cuándo no. Por cierto ni siquiera en marketing lo suelen saber, no por nada raro, sino por la tendencia humana a no pararse, preguntarse y realmente decidir la valía o no de algo.
La autoestima tiene mucho que ver con la memoria. Te puedes preguntar si:
1. las personas con alta autoestima tienen más recuerdos de experiencias positivas que negativas y de ahí su alta autoestima, o es que,
2. exageran sus experiencias positivas como si fueran la bomba, o bien es que
3. no recuerdan bien o integran bien las negativas o incluso
4. que no tenga nada que ver con todo esto.
Pero sin saber la respuesta es fácil imaginar que:
podrías intentar generar más experiencias positivas para «subirla»
o reducir las negativas,
o cambiar la interpretación de ellas,
o de nuevo, nada de eso.
Y en cualquier caso liarla claro.
Si tiramos de perspectiva no está mal darse cuenta de si los hechos o las experiencias necesitan siempre una valoración y evaluación personal, o bien hay momentos o capacidades en las que uno es, sin nota, sin suspenso ni sobresaliente.
Te he contado aquí, un poco por encima, varias grietas del Yo y por ende del constructo autoestima. Ya sabes… si es sagrado para ti y yo no debo siquiera a. pensar, dudar o investigar los autores que lo rechazan, b. las culturas que no lo tienen y c. las tradiciones que jamás lo han necesitado puedes darte de baja aquí mismo.
El miércoles 1 vemos desde el cerebro cómo es esa red autobiográfica, si incluye o no a los demás, si cuando no vivimos desde ella uno se vuelve o no pasota. Pero como ese es conocimiento conceptual, no me quedaré ahí. Lo jugoso es meter gol, no ser el periodista que lo narra. Así que habrá muchos detalles de cómo es eso en la práctica.
Te puedes lanzar a la autoestima en una piscina sin agua, porque todo el mundo se lanza. Y luego cuando llega el chichón decir que duele porque tienes la autoestima baja. Es la psicología pop, pones como causas las consecuencias y te quedas tan ancho. Alguno de la TV te lo recomienda en prime time. El señor del boli en la boca para cambiar tu vida y aquella chica de las posturas en jarras también les gusta la autoestima. Madre mía qué cosas tan feas digo.
También puedes hacer la técnica X para bajar el stress apagando un ratito el Yo, y luego subirlo con tu autoestima el resto del día y no darte cuenta de apenas nada. Y si alguien te muestra la incoherencia enfadarte con el cartero en vez de recibirlo como un bondadoso acto hacia tu despertar.
También puedes entrar en la Comunidad, empezamos el mes.
Ya sabes que NO trabajamos la autoestima y no tengo problema en decirlo. No la trabajamos, entre otras cosas, porque la memoria no es precisamente una buena consejera. Papers mediante, la autoestima ésta está basada en la memoria, de forma muy sesgada por cierto.
Te aseguro que la gente camina más ligera con la mente aguda, prístina, vacía de conceptos que en realidad nunca se paró a autoindagar.
Autoestima al desnudo, el miércoles 1 en la Comunidad.
Abrazos,