Es evidente pero a ver quién se opone a esa moda o bien quién se pone a pensar.
Yo paso de modas, especialmente las del desarrollo personal porque son bastante más peligrosas que un polo de marca con cocodrilo, un ganso o un caballo.
En psicología, neurociencia o psiquiatría no existen personas tóxicas o vitamina, es de cajón. Salvo que uno se sacara la carrera copiando, o sea capaz de venderse al mejor postor por unos minutitos de gloria y audiencias, es díficil de entender el que se usen esos términos.
Cuidadín, cuidadín, que igual este mensaje molesta muchísimo y soy un tóxico desvitaminado y arcaico cascarrabias. Bueno lo de cascarrabias es un orgullo en los tiempos que corren oye.
En ese caso de que esto toque tu moral y esquemas, ya sabes,
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El tiempo corre y no estamos para andar con mensajes acaramelados buenistas y con sonrisitas dulces que «abren puertas». Leñe que morimos pronto y merecemos pensar libre no balar como ovejas y hacer Om sin entender nada.
Vamos al lío.
- No hay personas tóxicas. Punto. En todo caso hay trastornos de personalidad: histriónico, narcisista, obsesivo, paranoide, esquizotípico, límite. Ninguno de esos son «tóxicos», sino trastornos y lo de estigmatizar personas no es muy adecuado.
Además no se diagnostican así como así, en la barra del bar, en el post del divulgador de turno, en el amante del salseo con tintes de ciencia y en el adivino que sabe que Putin es psicópata pero ni siquiera sabe qué es la personalidad. O en la vecina que te dice que el otro es narcisista. Qué manía de diagnosticar a la ligera.
En realidad si me dicen «mi jefe es tóxico» no entiendo mucho. Si en cambio entiendo y capto que mi jefe a. es un agarrado, b. es muy vergonzoso y por eso parece «humilde» y evita el contacto, c. es ambicioso y obsesivo porque piensa todo el día en la empresa y no tiene tiempo de pensar siquiera en sí mismo, tengo bastante más recorrido. Es más, si soy un experto hasta puedes predecir parte de su futuro con buenas probabilidades.
En realidad más que personas tóxicas hay acaso relaciones tóxicas o mejor dicho relaciones irresponsables o llenas de apegos.
Pero al igual que dos no hablan si uno no quiere, NO hay relación «tóxica» si uno no participa. Pero es más fácil ir por ahí hablando de gente que apesta y no mirar qué hacías ahí tú, en medio de todo eso, viviendo, trabajando, soportando, sonriendo a gente que construye relaciones poco armónicas y con valores poco éticos.
Se nos suele olvidar además que esa persona «tóxica» quizá no lo es para su familia, sus amigos, su gente, su grupo, su nación, su etnia o su sistema de creencias. Es difícil encontrar a personas tóxicas «universales» claro. En todo caso sería un determinado trastorno y habría que evitar la relación, pero no sería una toxemia.
Importante: la demonización, exclusión y anulación de las personas empieza por el lenguaje. Convendría por tanto más ciencia y menos palabras comodín.
- Tampoco hay personas vitamina. Punto. Y van dos. Hay rasgos de personalidad que se armonizan y que hacen que las personas sean más o menos amables, responsables, honestas, inteligentes, hostiles, sensibles y extravertidas, entre otros. Y eso se cultiva en la medida que se puede, no es tan sencillo.
Guau, qué bien me cae este chiquito vitamina de mi misma nación, país, barrio, partido, equipo y creencias. Este príncipe azul tan «vitamina» y supermineralizante que embelesa. Lo mismo: nadie es vitamina para todos. Sería además de un desgaste, una secta y un romance con la perfección que juega malas pasadas.
Surfear está muy bien, pero al menos en la mente humana, conviene bucear porque si no no se comprende nada, por mucho que te aplaudan desde la playa.
Se bucea con mucho silencio, con paciencia, con sinceridad sobre todo, con humildad para ser guiado y apoyado. No se bucea solo, porque si algo tiene el Yo es su amor por el surf y cambiar de ola según sople el viento.
En Reading People te enseño a conocer a otros: personalidad, influencia y persuasión de la buena. Nada de vitaminitas y tóxicos del bien y el mal. Pero conocer de verdad: Rasgos, trastornos, tendencias biológicas e identidades sociales. Nada de llamar análisis a comentar a posteriori gestos de Djokovic, de Sánchez, del Rey o de Rajoy por la TV.
En la Comunidad te enseño cómo conocerse a uno mismo. Conviene antes de ponerse a mejorarse, conocerse y trabajarse, no sea que no haya tanto que cambiar o que el cambio sea más bien una huida. De hecho cuando en el agua te quedas quieto hasta ves el fondo.
Deja de surfear. La vida es infinitamente profunda y ahí abajo está la perfecta brillante quietud.
Abrazos,